martes, 31 de mayo de 2011

1. ANCESTROS NEGROS

Los padres de Ricardo Palma fueron Pedro Palma y Dominga Soriano. La relación empezó mal. La madre, cuando nació Ricardo Palma, en febrero 7 1833, tenía 16 años de edad. Y el padre, 31. Ella bien podría ser su hija. Esta enorme diferencia de edades tuvo efectos trágicos. Todo parece indicar que hubo fricciones en las familias Palma y Soriano. Como Dominga Soriano era menor de edad, no acudió a la parroquia del  Sagrario de la Catedral a declarar el nacimiento de su hijo Manuel. Acudió la abuela: Guillerma Carrillo. Y por eso, en la partida de bautizo  aparece el nombre de la abuela; y no el de la madre. Esto acontece hasta ahora cuando las hijas menores tienen hijos. La abuela los declara como suyos. Y los cría como tales. No acudió Pedro Palma. En la referida partida  se dice que los padres eran “Pardos” (palabra escrita con mayúscula), eufemismo de “negros” en el lenguaje postcolonial de la época. Si Pedro Palma hubiera declarado a su hijo, el párroco hubiera asentado “mestizo”, porque Pedro Palma era mestizo de indio con blanco.
El niño estuvo a punto de morir, porque se le administró el agua de socorro. Ricardo Palma también imitó a su padre, porque se casó con Rosa Cristina Román Oliveira, en marzo 25 1876, cuando él tenía 43 años de edad; y ella, 28. Pedro Palma se casó con Dominga Soriano en abril 6 1837. Entre febrero 7 1833 y abril 6 1837, ¿con quiénes  vivieron el niño Manuel, la madre Dominga y el padre Pedro? Todo demuestra que vivieron en el hogar de la abuela materna Guillerma Carrillo. Esto se desprende de la lectura del artículo Espíritu del siglo, que Ricardo Palma publicó en 1852, al cumplir 19 años de edad. O sea que, en el lenguaje del Inca Garcilaso de la Vega, se puede decir que Ricardo Palma bebió en la leche materna las tradiciones del mestizaje peruano. De hecho, por un azar del destino, se emparentan las vidas del escritor limeño con la del cuzqueño en 2 rasgos fatídicos. El primero nació plebeyo; y el segundo, aristócrata. Y ambos también fueron ambiguos con el legado andino.
La partida de bautismo de Ricardo Palma (febrero 7 1833-octubre 6 1919) reza: “[Al margen: Manuel Palma]. En la Ciudad de Lima Capital de la República del Perú, en once de Febrero de mil ochocientos treinta y tres:  el Presbítero D. Manuel Almiron Teniente de los curas Rectores del Sagrario de la Catedral Exorcizó, puso Oleo y Crisma á Manuel, de cinco días, á quien bautisó en caso de necesidad el S. Cura D. Mariano Santos: hijo natural de Pedro Palma, y de Guillerma Carrillo, Pardos: fue su Padrino D. Martin Concha. Testigos D. Carlos Efen y Jorge Paz de lo cual Certifico. José María Guerci. [Firmado y rubricado]”.
Primero se llamó Manuel Ricardo.  Cuando se cansó de estos nombres, se quedó sólo con Ricardo Palma.  Su madre tampoco se llamó Guillerma Carrillo, como declara la partida de bautismo. En el Expediente matrimonial de Pedro Palma y Dominga Soriano consta que éstos fueron los padres de Palma. Ella era una “quarterona libre”, oriunda de Cañete, analfabeta. Y él, un “mestizo”, mercachifle. Casamiento interétnico, realizado en abril 6 1837, que fracasó entre 1840 y 1847 (Oswaldo Holguín Callo, 1994: p 46).
En la terminología racista de la época “quarterona” quería decir que tenía un cuarto de negro y 3 cuartos de blanco.  Después de 2 cruces salía el cuarterón:

                (1)           negra y blanco:   mulato
                (2)           mulata y blanco:  cuarterón

Lo más chistoso  del racismo peruano consistía en que el blanco despreciaba al negro, pero se desvivía por la mulata. Palma no fue ajeno a esta fascinación. Las limeñas más atractivas y con más clase, a partir de ¡Pues bonita soy yo, la Castellanos (1870), no son blancas, sino mulatas. No vivieron en la república, sino en el siglo XVIII.                          
El padre de Palma nació en la hacienda Cauday (propiedad de la familia Rosell), convertida ahora en el caserío capital del distrito de Condebamba, provincia de Cajabamba (versión del profesor cajabambino Juan Antonio Mendoza Magno, trasmitida por el profesor Víctor Daniel Coronel Salirrosas).
No era costumbre de la época declarar como lugar de nacimiento el distrito, el caserío, la hacienda, el fundo, el asiento minero o  la estancia ganadera. Y por eso, Pedro Palma, en su  Expediente matrimonial, afirmó que era “natural de Cajabamba, provincia de Huamachuco”. Dice el documento: “Pedro Palma, mestizo de edad de treinta y cinco años, natural de Cajabamba, provincia de Huamachuco, residente en esta ciudad diez años, hijo legítimo de Juan de Dios Palma, difunto, y de Manuela Castañeda, conforme a derecho ante Vuestra Señoría paresco y digo: Que tengo tratado contraher matrimonio según orden de Nuestra Santa Madre  Yglesia con Dominga Soriano de edad de veinte años, quarterona libre, natural de la villa de Cañete, residente en esta ciudad diez años, hija natural de Tomas Soriano, difunto, y de Guillerma Santa María, y para efectuarlo [...]” (Díaz Falconí, 1991: p [165]).
Pocos trujillanos saben  que el padre de Ricardo Palma vio la primera luz del mundo en Cajabamba, que integraba el partido de Huamachuco de la antigua intendencia de Trujillo (cf Díaz Falconí, 1991: p 161-7). El Expediente matrimonial antes citado también prueba  que don Pedro Palma residió en Trujillo. Estos datos son  muy importantes para estudiar el ancestro indio de Ricardo Palma y la influencia que el padre pudo ejercer en la elaboración de las tradiciones liberteñas del humorista limeño. En el desarrollo de su yo artístico.

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