jueves, 2 de junio de 2011

21. LA BIBLIOTECA DE AUTORES ESPAÑOLES

Entre octubre 1853 y enero 1854 Palma permaneció en las islas guaneras. Por aquel entonces ya eran conocidos en Lima los primeros volúmenes de la Biblioteca de Autores Españoles  editada por Manuel Rivadeneyra. En 1849 se hizo la 2ª ed del t III, de 690 p[1]. Con el título de  Novelistas anteriores a Cervantes,  Buenaventura Carlos Aribau incluyó, entre otros, El Patrañuelo, las Aventuras y vida de Guzmán de Alfarache y La Celestina. Durante muchos años he tratado de imaginar las islas guaneras de Chincha como un lugar privilegiado. A los 20 años de edad, el futuro “bibliotecario mendigo” encuentra un tesoro de incalculable valor: el t III de la Biblioteca de Autores Españoles. Y en el sitio que menos esperaba: en un barco de guerra. De Lima ha salido huyendo de las amenazas de una suegra ambiciosa. Y lejos del “mundanal ruido”, durante unos pocos meses, pudo frecuentar la literatura que siempre anduvo buscando: la picaresca del Siglo de Oro Español. Es posible que antes de escribir el artículo Espíritu del siglo (febrero 7 1852) no hubiera devorado con sus ojos miopes La Celestina y La vida de Lazarillo de Tormes. No desperdició la oportunidad de revisar por 2ª o 3ª  vez sus obras favoritas. Y aunque no haya recorrido todo el t III siempre guardó en su memoria el recuerdo de la estadía chinchana. Palma era muy dado a la exageración, que linda con la mentira. No fue “una larga estación”, como él dice (Palma, 1916: p 5). Ni tampoco leyó la Biblioteca de Autores Españoles, salvo alguno de sus t. No tuvo tiempo para ello. La 2ª ed del t III (1849) consta de 690 p, a 2 columnas, en letra menudita, de 7 ú 8 puntos.



[1]   En noviembre 27 2006 Luis Vargas Durand, en Lima, me regaló un ejemplar de esta obra, que fue la edición que debió manejar Palma.

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