miércoles, 8 de junio de 2011

45. MI SEMBLANZA


Juan de Arona no lo acusó en balde. Efectivamente, como ya dije en el capítulo titulado Paseíto por Europa, en juergas y paseos  reventó la paga de un año sin haber laborado un solo día.  Palma  respondió con los renglones rimados, titulados Mi Semblanza, que, sin firma del autor,  publicó El Comercio (jueves julio 11 1867, año XXIX, n° 9,391, p 4, col e):

Pues, señor, es bonita mi semblanza
Y la dejo correr sin desconfianza.
¡No puedo ser un hombre más humilde!
No le cambio una coma ni una tilde;
Y agrego, si se quiere todavía,
Que no es semblanza, que es fotografía.
¿Noventa contra mí que soy un bolo?
Y yo contra noventa lucho solo
¿Que hago coplas? Mejor. ¿Que soy un pieza?
Mejor. ¡Caiga el chubasco en mi cabeza!
¿Quiero troncha? Mejor. ¡Vaya un desastre!
Muy bien conoce el paño quien es sastre.
Qué mas? No hay mas? Se pintan picardias,
Yo las acepto todas como mias.
¿Qué más? Echen, señores, más metralla.
Busquen,  busquen, quien busca á la postre halla.
Digan ¡pardiez! que me emborracho y juego
Y que soy petardista y mujeriego;
O cuélguenme milagros á montones
Así... sin detenerse en canjilones.
No me darán ni pizca de rabieta
Ya me apoden plajiario y vil poeta,
Y prófugo del presidio y asesino,
Y cuatrero apresado en un camino,
Y por fin cuanto nombre atrabiliario
La Academia plantó en el Diccionario.
Trátenme á sinapismo por repique;
No he de ser yo, lo juro, el que se pique,
Pues bien supe al meterme a semblancero
Que me esperaba recio el aguacero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario