miércoles, 8 de junio de 2011

30. EL NAZARENO (1859)


            En 1859 palma publica en La Revista de Lima la tradición  titulada El Nazareno, sin data. En 1872 la incluye en la I serie de Tradiciones, sin  data. En 1883 la vuelve a incluir en la 2ª ed de la I serie de Tradiciones, datada en  1859. Y con esta data reaparece en las siguientes  ediciones: Buenos Aires (1891), Barcelona (1893), Callao (1911) y Madrid (1923).
            Palma ubica la acción en 1763: “El 30 de Marzo de 1763 dió fondo en la bahía del Callao el navío «San Damián», portador de pliegos de la Corona para el Excmo. Señor don Manuel de Amat y Juniet, Caballero de la órden de San Juan y virey del Perú. Por entónces, era acontecimiento de gran importancia para los habitantes de Lima la llegada de un buque de Ultramar, y las noticias de que él era conductor proporcionaban por largo tiempo el gasto de las tertulias, comentándose y abultándose hasta tal punto que en breve no las conociera el que las puso en circulación”. (El Nazareno, capítulo I,
versión de La Revista de  Lima).
Por 1ª vez Palma crea un personaje de carne y hueso. Un personaje de muchas campanillas: “Entre los pasageros del «San Damián» venia el capitan de alabarderos Don Diego de Arellano, nombrado por Su Magestad para encargarse del mando de una compañía de ginetes. Era el Don Diego, mozo de gentil apostura, alegre como unas castañuelas, decidor como un romance de Quevedo y acaudalado como un usurero de ogaño. Hizo en Italia sus primeras armas, logrando amen de la reputacion de valiente que él tenia en mucho, el grado de capitan que estimaba en no poco. Traíalo tambien á América el reclamo de una pingüe herencia, legado de su tío, minero en el Alto Perú, herencia que sin dificultad fué entregada al sobrino porque este no quiso tomarse el trabajo de examinar las cuentas que le presentaban. Con lo que, a costa del generoso heredero y del tío que en mala hora pasara á mejor vida, hicieron su agosto esas hambrientas sanguijuelas que el Diccionario de la lengua llama albaceas”. (El Nazareno, capítulo I, versión de La Revista de Lima).

Palma debió sentirse inmensamente feliz el día que descubrió que lo habitaban 2 seres opuestos: el libertino y el puritano. Hasta 1859 había escrito historias puritanas.  Decidió abordar la doble personalidad. Decidió retratarse a sí mismo. El argumento de El Nazareno es el siguiente. En marzo 30 1763 llega al Callao el navío San Damián, “portador de pliegos de la Corona” para el virrey Manuel de Amat y Juniet. En la vida monótona de Lima era acontecimiento de gran importancia la llegada de un buque de Ultramar por las noticias que éste traía. Las noticias se desparramaban con tal velocidad “que en breve no las conociera el que las puso en circulación” (El Nazareno, TPC, p 655).

                Por primera vez Palma acoge en sus tradiciones el chisme. Y hace de Lima la ciudad chismosa por excelencia. La ciudad parlera y sensual. La ciudad murmuradora, que se pasa la vida rajando del vecino con mucho gracejo e ingenio. En el San Damián llega a Lima don Diego de Arellano. No bien pisa tierra peruana comprueba que Lima es a la vez  ciudad puritana y libertina. El lugar que andaba buscando en plena juventud, con dinero y dotado de porte marcial.
            Las más encopetadas casas le abren sus puertas. Lo acogen con una hospitalidad sin límites. Don Diego decide poner en práctica sus atributos libertinos. Organiza orgías. Promueve escándalos hasta decir basta. La Lima puritana se sonroja, pudorosa e hipócrita. La misma Inquisición lo llama al orden. El libertino continúa haciendo de las suyas.
            En aquellos patriarcales tiempos  del virrey Amat, y como haciendo contrapunto a don  Diego de Arellano, recorre las empedradas calles de Lima otro personaje más conocido con el mote de El Nazareno. Se murmura que “fuese persona notable”. Asiste a las sesiones de la Cofradía de los Nazarenos, en las noches de los viernes, en una celda del convento de la Merced. Viste una larga túnica morada. Y se cubre la cabeza  con una capucha del mismo color. No toma parte en los debates. No deja oír su voz. Y nadie sabe, en definitiva, quién es. Practica la caridad.
            Aquí Palma introduce por primera vez en sus relatos el elemento misterio. En los anteriores a 1859, que se publicaban en los diarios por entregas, para mantener el interés de los lectores, por estrategia narrativa anticipa el desenlace de ciertos episodios.
            En una mañana de noviembre 1774, en la iglesia de la Merced, se celebra una misa de difuntos. El capitán don Diego de Arellano ha muerto. Y en su testamento ha dispuesto “que se vendiese el mezquino y gastado ajuar de su casa, repartiéndose el importe entre los pobres el día de su entierro”. También ha ordenado que, antes de ser enterrado en la bóveda del templo, el sacerdote leyese un pliego cerrado y lacrado, que permanecía sobre el féretro. La espera se vuelve tensa. Y Palma aprovecha el momento para hacer hablar a sus personajes chismosos: “¾Es un escándalo que entierren  a ese perro excomulgado en lugar santo  ¾murmuraba una vieja santiguándose con la punta de la correa que pendía de su hábito de beata. || ¾Calle usted, comadre  ¾añadía un lego del convento, mozo de cara abotagada, con un costurón de más en el jeme y  algunos dientes de menos¾. Apuesto un rosario de quince misterios a que su patrón el demonio se ha robado ya de la caja el cuerpo de ese hereje. || ¾Doy fe y certifico que el dichoso capitán está ya achicharrado en el infierno  ¾declaraba, con el estupendo aplomo de la gente de su oficio, un escribano de la Real Audiencia, sorbiendo entre palabra y palabra, sendas narigadas del cucarachero”. (El Nazareno, TPC, p 661). El relato termina cuando el sacerdote lee el pliego lacrado. En él había 2 líneas escritas, que decían:

Rogad por mí!
Yo he sido el Nazareno.

Éste es uno de los mejores relatos. Sobresale por su técnica y su contenido. Simboliza la propia vida del autor y la historia del Perú. Pasó desapercibido. Palma abandonó esta línea de  producción por unos relatos más superficiales y de menor peso filosófico. La imagen que ha quedado de él es la del Palma entretenido y fácil de leer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario